Me puedes hacer feliz

Siento que puedo tenerte.

Capturar tu voz cuando está casi al punto de perderse en la lluvia de la madrugada.

Bajo el rojizo cielo aparece tu silueta. Sinuosa, delgada.

Y una sonrisa finalmente aniquila el vacío.

Tú eres siempre un recuerdo.

El otro lado del barranco que observo ahora con desolación.

Ojalá volaras.
Y escucharas y hablaras, por siempre.

Ojalá pudieras ver a través de mi alma para descubrir que aún estoy allí.

Las letras, siempre lo he imaginado, encierran nuestra humanidad. Nuestros sentimientos, la esperanza de abrir una vez más los ojos a la mañana siguiente.

El amor me cambia, me hace ser humano, porque entonces lloro y sufro, pero también grito y sonrío. Y callo al ver tu nombre, mientras me arrancas una sonrisa.

Sí, tú me puedes hacer feliz.

A continuación:

Aún podré volar

Aún podré volar