Ella.
Su silencio
Siempre callada, pareciera ausente. A veces da la impresión de que es inmóvil en el tiempo, como una fotografía del momento. Parece un instante que dura demasiado. Es estática.
Siempre en silencio. Parece una voz apagada, oculta entre sus miradas que cambian de objetivo al mínimo contacto. Una mirada que pareciera decir algo, pero que igualmente se desvía para no ser descubierta.
Su silencio es imperturbable a veces. Boca a punto de gritar lo que su corazón encierra pero que se detiene justo un segundo antes de pensar en la primera palabra. Su boca no responde al mandato de su corazón, suele sujetarlo fuertemente para evitar que éste vibre. Su vibración causaría desplazamiento del aire, generando sonidos reconocibles por quien se proponga escucharla.
Sus ojos miran, tratando decir al menos un saludo, pero apagados nuevamente por la tracción que ejerce el temor en ella.
Su temor va más allá de que la conozcan. Podrían desvelarse todos sus secretos y aún permanecería oculta. Se oculta en la cotidianidad, se oculta en el silencio que le sirve como protección. Su verdadero temor es que alguien más tome decisiones por ella. La vida es así, cuando nos abrimos totalmente es para permitir que alguien más influya en nuestros actos.
Se entusiasma fácilmente con las cosas que se le presentan, con las personas. Pero no puede discriminar todas sus emociones fácilmente. No quiere cometer errores, no da pasos en falso.
Canta para mostrar su alegría, canta para eludir el medio en que se desenvuelve tratando de pasar desapercibida, canta para mezclarse – qué ironía – con el silencio. Ella canta tratando de explicar lo que le sucede. Se identifica con las canciones
esperando que describan sus emociones, pues ella misma no tiene una respuesta.
Las miradas que la contemplan la ponen nerviosa. Calla para disimular lo vulnerable que se siente en ese momento y con esto, genera más silencio a su alrededor. Hiberna su corazón hasta que las miradas finalmente cesan.
Su mirada
Con los párpados un poco bajos contempla naturalmente el mundo. Aunque la falta de nitidez le provoca inseguridad.
Otros ojos pretenden escudriñar los suyos y entonces termina la conexión. Puede corresponder por un momento, pero cuando siente que tratan de ver en su interior a través de sus ojos, se atemoriza y vuelve la mirada.
No siempre logra descifrar lo que ve a su alrededor. Al pasar demasiado tiempo ajena al entorno, pierde la facilidad para reconocer las cosas sutiles. Posee esa capacidad, muchas más, pero al reprimirse, carece luego de información.
Su sonrisa
Breve muestra de su alegría, es posible ponerla contenta cuando no lo está. Mucho más fácil provocarle la risa, pero su sonrisa, un poco más discreta, es más esporádica.
Tiene necesidad de sonreír. Lo acepta. Tal como en ocasiones publica su tristeza, otras veces informa sobre su alegría. Una figura basta para saberlo. Para resumir su estado, envía un gesto, pocas veces lo dice con palabras.
[…] Ella es así.
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