Solía experimentar cierto delirio al observarte.
Callando logramos adormecer las cosas. Disimulamos la realidad. Nos volvemos pensamientos sin cuerpo ni alegría.
Incautamos nuestros anhelos, nos robamos la fantasía de nuestras vidas, y pensamos que somos libres al fin. Libres del deseo que enmarca nuestras almas.
Soy libre mientras vuelo en las mis más agitados sueños.
Soy libre cuando dejo de pensar un rato, y alejo mis recuerdos.
Mientras observo tu rostro volteando hacia mí, alcanzo a distinguir las costuras de tu alma, que sostienen tu piel tan delicada, tendiente a ser lastimada.
Temerosa de ser lastimada.