Esperé dos veces en el frío. Tan intenso mientras el tiempo pasaba acabando con mis esperanzas de verte.
Espere un día en cada salida. Tratando de atajar tu paso. Esperando el momento de la sonrisa incontenible al verte. Pero no pasó.
No saliste, no estuviste allí. Luego intenté con la última posibilidad de verte. Tampoco llegaste.
Sí sé lo que es extrañarte. Es temblar en el viento con la esperanza de verte, y volver a casa triste por no saber de ti.
Conozco tu manera de andar. Y en la imágenes difusas que mi vista capta no te vi. Es como si desaparecieras de los lugares más obvios.
Como si te alejaras. Como esos sueños en que nos despedimos y comenzamos a padecer la lejanía.
Hoy no estuviste. No en donde esperaba.
Solo frío y vacío fue lo que aguardaba para mí.
Hoy tuve frío. Pero creí que te encontraría.