Siento el silencio cuando tratas de decir adiós sin escribir una palabra. El silencio cuando en la distancia esperas un adiós sin que yo abra mi alma para escapar del rezago y dejar de extrañar tanto.
Y con la mirada observando el espacio en la habitación, descubro un mundo poblado por la ausencia.
Atiborrado de palabras que se han quedado sin pronunciar. Descomponiéndose en cada instante que transcurre en mi mente, en que no escribo. Siento que muero.