Caminar

Shall I walk, or shall I ride?
“Ride,” Pleasure said. “Walk,” Joy replied.
-W.H. Davies

Caminar aporta alegría. Con cada paso se va alejando la tristeza, las preocupaciones, hasta el dolor va menguando. Caminar es como liberar las toxinas que envenenan el alma. Por supuesto, también tiene beneficios físicos. La mente se despeja.

Las noticias que nos dan y que a veces no podríamos haber imaginado desde nuestro punto de vista – cuando la objetividad se ve comprometida – se van asimilando paulatinamente mientras caminamos.

No pude tener otra reacción a eso. Y nuevamente veo que el tratar de llevar un comportamiento demasiado estricto en ocasiones trae problemas, a veces irreversibles. No es saludable separar por completo nuestras relaciones como si fueran islotes en medio del océano. El trabajo, el esparcimiento, los amigos, la familia, son parte de la vida y se mezclan siempre. En algún momento hay un punto de intersección y si tratamos de romperlo se vulnera la estabilidad de todo el tejido.

Aun cuando a algunos les parezca extraño, pues están acostumbrados a ir de un modo casi maquinal a las diversiones comunes, a los bares, a los antros en fin de semana, o porque eso es toda lo que la vida ofrece para ellos, para mí es diferente. Me han dicho radical en más de una ocasión, y es cierto, en algunos casos yo prefiero llamarle disciplina, pero otros responderán que eso es solo terquedad. Pero esta es la vida que funciona para mí, a menos que se me enseñara otra, pero es difícil que suceda.

A continuación:

La observación del tiempo

La observación del tiempo