Tal vez tú eras mas natural que yo. Más parecida al aire, a la respiración de todos los días, al aliento cálido de todas las mañanas.
Eras fresca, dulce y majestuosa, con tu manera simple de ver la vida. con esa sonrisa tierna y confiada, segura de estar en el lugar y tiempo correctos. De estar conmigo en lo cierto.
Eres más que sonrisas, más que ternura y sinceridad. Hasta cuando tratas de ocultar la verdad por pena, la verdad se te escurre por los ojos, dejándote siempre limpia, clara para mí.
Eres un murmullo constante en mi mente, siempre reverberando cada una de esas dulces palabras que dices de manera tan simple, como si acaso el mundo y la vida fueran tan sencillas como tu las haces ver.